La ciencia de tu edad biológica con PhenoAge
Descubre qué es el PhenoAge, cómo se relaciona con la mortalidad y por qué en Trece lo usamos como una métrica motivacional, mientras priorizamos marcadores clínicamente accionables para mejorar tu salud real.
Más allá del calendario: La ciencia de tu edad biológica con PhenoAge
Cuando alguien te pregunta cuántos años tienes, la respuesta es sencilla: miras tu fecha de nacimiento y das un número. Esa es tu edad cronológica. Pero tu cuerpo puede estar contando una historia diferente. Tu metabolismo, tu sistema inmunológico y hasta tus órganos envejecen a ritmos distintos. Esta discrepancia dio origen a un nuevo concepto en la medicina de longevidad: la edad biológica, y entre las formas más estudiadas de estimarla está el modelo PhenoAge.
El problema de medir la salud solo con la edad cronológica
La edad cronológica es una medida universal: todos sumamos un año cada 365 días. Pero en términos de salud, es un promedio engañoso. Hay personas de 70 años que corren maratones y otras de 40 que ya enfrentan enfermedades crónicas. Usar solo la edad del calendario para evaluar riesgo de enfermedad o expectativa de vida es como juzgar un libro por el número de páginas, sin leer su contenido.
¿Qué es exactamente el PhenoAge?
El PhenoAge, desarrollado por Morgan Levine y su equipo, es un índice de edad biológica construido a partir de biomarcadores sanguíneos y modelos estadísticos validados en cohortes poblacionales. En su formulación clásica se usan nueve marcadores —entre ellos glucosa, albúmina, recuento de leucocitos y creatinina— que, combinados mediante una función predictiva, generan un único número que refleja la similitud del perfil biológico de una persona con el de individuos que vivieron más o menos tiempo.
A diferencia de mirar un valor aislado dentro de un rango, PhenoAge integra múltiples señales para estimar un riesgo de mortalidad y morbilidad asociado al perfil biológico observado.
PhenoAge y mortalidad: lo que realmente nos dice la ciencia
Los estudios longitudinales que validaron PhenoAge muestran asociaciones robustas con desenlaces clínicos relevantes:
- Cada año adicional de PhenoAge por encima de la edad cronológica se asocia con un aumento estadísticamente significativo del riesgo de mortalidad. Es decir, PhenoAge captura variación en riesgo que la edad del calendario no explica completamente.
- Un PhenoAge acelerado (PhenoAge > edad cronológica) se correlaciona con mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos cánceres y mayor probabilidad de hospitalizaciones.
- De forma inversa, un PhenoAge más bajo se relaciona con mayor supervivencia y mejor función física y cognitiva en cohortes de seguimiento.
Matemáticamente, PhenoAge se construye ajustando modelos de supervivencia (por ejemplo, modelos paramétricos o de riesgos proporcionales) sobre cohortes donde la variable respuesta es el tiempo hasta el evento (muerte). Los coeficientes resultantes ponderan la contribución de cada biomarcador a la probabilidad de supervivencia, y la combinación se reescalona a una "edad" interpretativa. Por eso hablamos de una medida probabilística: expresa riesgo relativo en comparación con la población usada para el entrenamiento, no una predicción determinista del desenlace individual.
Supervivencia y PhenoAge
Una forma intuitiva de ver el impacto es mediante curvas de supervivencia predicha. A continuación se incluye un gráfico que compara la probabilidad de supervivencia a partir de los 50 años para perfiles con distinto PhenoAge. Observe cómo, manteniéndose todo lo demás igual, un PhenoAge más bajo desplaza la curva hacia una mayor probabilidad de supervivencia en edades avanzadas.
Una analogía: el kilometraje del coche
Imagina dos coches del mismo año de fabricación: uno con 30,000 km y otro con 200,000 km. Aunque el "año de modelo" sea el mismo, su estado mecánico difiere radicalmente. El PhenoAge actúa como un odómetro biológico: mide “kilometraje acumulado” en tus sistemas fisiológicos más allá de lo que marca el calendario.
Limitaciones y precauciones
PhenoAge es una métrica poderosa para capturar un patrón de riesgo, pero tiene limitaciones prácticas que conviene considerar:
- No es clínicamente específico: un PhenoAge elevado no identifica un órgano o proceso singular que deba tratarse; indica riesgo global.
- Sensible a variaciones agudas: eventos transitorios (infecciones, inflamación aguda, deshidratación) pueden alterar algunos biomarcadores y sesgar una medición aislada.
- Contexto poblacional: el desempeño y las constantes del modelo dependen del conjunto de datos usado para su entrenamiento y validación; su calibración puede requerir ajuste poblacional (etnia, ambiente, prácticas clínicas locales).
- Probabilístico, no determinista: es una estimación de riesgo basada en asociaciones observadas en grandes muestras, no una sentencia individual.
El enfoque de Trece: PhenoAge como métrica psicológica, acción sobre lo clínico
En Trece reconocemos el valor del PhenoAge como una medida integradora y predictiva, pero lo posicionamos de forma deliberada: es principalmente una herramienta psicológica y motivacional. Un número claro —“tu edad biológica”— funciona muy bien para comunicar riesgo y para impulsar cambios conductuales.
No obstante, cuando se trata de decidir intervenciones concretas y priorizar acciones clínicas, preferimos apoyarnos en biomarcadores altamente accionables. Ejemplos: glucosa en ayunas y HbA1c (metabolismo glucídico), perfil lipídico (riesgo cardiovascular), vitamina D o hierro (deficiencias corregibles), homocisteína, y marcadores inflamatorios. Estos parámetros nos dicen qué intervenir y cómo hacerlo (ajustes nutricionales, suplementación, cambios en ejercicio y sueño, o derivación médica específica).
Resumiendo la posición de Trece:
- Usamos PhenoAge para contextualizar y motivar: ayuda a visualizar el impacto global del estilo de vida.
- Nos basamos en biomarcadores clínicos accionables para diseñar planes individualizados y medibles.
- Monitorizamos tendencias en el tiempo (series longitudinales) para distinguir cambios reales de variabilidad puntual.
Del dato a la intervención: ejemplo práctico
Pongamos un ejemplo práctico: un usuario con PhenoAge 6 años por encima de su edad cronológica. En lugar de actuar exclusivamente sobre el número de PhenoAge, en Trece revisamos qué biomarcadores impulsan esa desviación. Si resultara que glucosa en ayunas y triglicéridos están elevados, el plan incluiría estrategias dirigidas a mejorar resistencia insulínica (dieta, ejercicio de fuerza y HIIT, seguimiento de carbohidratos), mientras que si la señal dominante fuera inflamación (PCR elevada), priorizaríamos intervenciones antiinflamatorias basadas en evidencia (calidad del sueño, reducción de adiposidad visceral, manejo del estrés, evaluación de fuentes de inflamación crónica).
El mensaje final
Tu fecha de nacimiento no es tu destino. La evidencia detrás de PhenoAge nos enseña que el envejecimiento es un proceso dinámico y, en muchas dimensiones, modificable. En Trece usamos esta métrica como una brújula motivacional —un espejo que revela si tu cuerpo está envejeciendo más rápido o más lento que tu calendario— pero nuestro foco operativo está en transformar la información clínica en acciones concretas y medibles para mejorar años de vida en buen estado.
Porque al final, no se trata solo de cuántos años tienes, sino de cuánta vida le das a esos años.
Fuente principal:
Levine ME, et al. An epigenetic biomarker of aging for lifespan and healthspan.
https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5940111/